sábado, 27 de agosto de 2011

Once upon a time... 20 años de TEN (Pearl Jam)




Yo sé que un día serás una bella estrella en el cielo de alguien más, ¿pero porqué no puedes ser mía?

La noche de cualquier fin de semana de 1998 en México DF. Habían cerveza, cigarros, vodka suficiente y buenos amigos y amigas con quienes reunirse a jugar dominó, platicar y ponerse hasta la madre de borrachos discutiendo sobre El Rock y otros temas incoherentes que fueran saliendo durante la madrugada,

Invariablemente llegabamos al punto donde había que decidir: escuchar Metal o seguir con Rock para cantar, porque ¡oh DIO!, cantabamos y cantabamos fuerte. Nunca bien, pero sí fuerte.Y la mejor opción para cantar invariablemente era TEN de Pearl Jam. Incluso sobre otros materiales. Siempre triunfaban Vedder y compañía... y entonces empezaba la fiesta.

Un largo recorrido por las canciones que componen este disco y que terminaba con Black, en la cual, si ya andabamos muy ebrios o como cualquier escuincle loco de 17 o 18 años, dolidos del corazón por culpa de El Amor, esa rola era el detonante para sacar las frustraciones.


Recuerdo bien esa época al lado de mis mejores amigos, a los cuales extraño y añoro y apreciaré toda mi vida, y es por esto y más que TEN es un disco invaluable en mi existir. Seguramente cada quién tiene su historia única con Pearl Jam. La banda se jacta de tener una de las huestes de seguidores más numerosas, fieles y energéticas del planeta, y esto es porque a lo largo de 20 años han marcado ya a varias generaciones.

Yo soy más metalero que otra cosa, pero reconozco el trabajo de los grandes grupos y Pearl Jam es uno de ellos. Su coherencia a la hora de componer y grabar álbumes exitosos uno tras otro es impresionante -exitosos con sus seguidores aunque comercialmente no lo hayan sido, pero eso les vale madre, y eso es ser Rock- y su consistencia en los escenarios los ha llevado a ser uno de los grandes exponentes de El Rock en la historia.

Hoy, sábado 27 de agosto de 2011, TEN cumple 20 años de haber salido al mundo. 20 años de haber impactado las radios de todos los países, de haberse convertido en una voz única para una generación, de haberse convertido en el soundtrack perfecto para mí y otros tantos millones de personas. 

Gracias Pearl Jam, es verdad, el Rey Jeremy El Malvado habló en clase hoy...









Para Alejandro, Carlos, Jenny, Ireri, Gustavo, Lalo, Poncho, Marchen, Chava, Abraham, Hanne, Carmen, Iravi y en especial Myriam. Ustedes son El Rock.



Carpe diem.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Tuiteros opinan: CINCO discos que te guiaron al Rock

Amig@s de ElBaraMetal, para armar este post pedí la ayuda de varios cuates que le saben a El Rock y le saben bastante bien. Todos ellos andan dando la vuelta en Twitter, así que firmaré cada aportación con su nickname; si andan en esa red social, les recomiendo que los sigan.

Menudas sorpresas me llevé al estar armando la información, pero creo que todos y cada uno de los discos que aquí se mencionan valen la pena. Es un abanico amplio de opciones musicales y todas ellas son sinónimo de calidad garantizada.

Agradeciendo de una vez a los valedores que hicieron posible este post (@javiershow, @El_Gallo666, @LAMCH_, @AbathDemonaz, @vikh666, @tkywdr, @chinoxte, @elklaatu) empecemos con las listas. Si quieren darles #follow en Twitter, den click en los nicknames de cada aportación (los que están en letrotas).

Leamos:

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@javiershow - En este mundo tengo algunas certezas, la más obvia es que moriré, y otra es que siempre contaré con el Rock & Roll en mi vida. La primera certeza es imposición, y la segunda ha sido, y es, mi decisión.

Sin el Rock & Roll no sería la persona que soy, no amaría el Metal, no tendría los amigos que tengo, ni los recuerdos de grandes conciertos a los que he asistido. Esa fue una decisión que se convirtió en pasión.

Aquí presento los cinco álbumes que generaron un cambio crucial en mi vida, ya sea para tomar un rumbo distinto, para mejorar o para decidirme buscar álbumes similares. Hacen falta lugares, más álbumes y más bandas, sin embargo todos ellos aquí en listados, sé que generaron un cambio para bien, y que hacen digno llamar «vida» a este tiempo terrenal.

1.    Let There Be Rock (AC/DC, 1977):


Cuando conocí a AC/DC eran comúnmente –y malamente- catalogados como una banda de heavy metal, y cuando tuve en mi poder este disco me di cuenta de esa mala concepción. No seguían ningún cliché, ni ningún parámetro que las demás bandas tenían. AC/DC me aleccionó sobre el verdadero significado del rock & roll, sobre como la personalidad sobrelleva al talento, y que para ser una banda de rock & roll, basta tener la suficiente actitud para saber divertirse y apreciar la vida como viene, me dijeron cómo es que el rock sí puede cambiar tu vida. En un inicio AC/DC dijo: «que se haga el rock,» y se hizo.


2.    Blackout (Scorpions, 1982):


Durante mi infancia escuché la música que en mi casa existía, como Elvis Presley y Neil Diamond. Sin embargo, el primer álbum que tuve por decisión propia fue éste; llegó por error ya que yo esperaba el Metal Health de Quiet Riot, y por una confusión de mi padre, se convirtió en mi bastión con el metal. Fue tal mi fascinación por los riffs y el poder de este álbum que no pedí su cambio, canciones como Now y Dynamite me hicieron desear música más rápida, y China White me hizo buscar música más pesada y espesa. Un álbum que sin duda me mostró el rumbo correcto.


3.    Ride The Lightning (Metallica, 1984):


Metallica es una banda muy importante para mí, llegaron en un tiempo preciso cuando mi rebeldía necesitaba de más y mejor combustible que la mantuviera encendida. Ride The Lightning fue la carta de presentación ideal de parte de Metallica. Una fiereza musical construida alrededor de armonías que encontré bastante complejas. Me impactaba como el –poco- talento de Lars Ulrich no se veía limitado por su creatividad, sus redobles eran riffs y seguían la lógica de la guitarra, ESO me impactó mucho y me hizo querer tocar la batería. Sin duda había encontrado un pretexto enorme para seguir sobre ese rumbo que había decido transitar.


4.    To Mega Therion (Celtic Frost, 1985):


Este álbum llegó a cambiar todo lo que representaba extremo para mí. Con una portada visualmente agresiva –sin embargo llena de estética-, con un planteamiento ocultista, con un sonido de baja calidad y mucha profundidad sonora, fue como Celtic Frost arremetió directo contra mí y mis parámetros. Con un intro mórbido y letal, pasando de canciones rápidas a unas espesas aderezadas con voces femeninas. Sentí que los ángeles no cayeron en vano y aprecié de una manera artística lo que otros intentaban decir con meros tratados de maldad caricaturesca.


5.    The Future (Leonard Cohen, 1992):


La decadencia de la raza humana, la corrupción de la razón y el sistema, y la putrefacción del ser y el corazón son los temas que percibí de este álbum. No todo eran poderosos riffs y una agresión diabólica, había una manera de tratar la oscuridad y decadencia con elegancia y poesía, eso fue lo que me dio Leonard Cohen. Cambió mi paradigma sobre la música, sobre el talento –de nuevo- y sobre todo, sobre la temática y sustancia, el tener qué decir.  Gracias a él mi vida giró una vez más, conocí a Dylan, a Cash, y me dejó apreciar géneros como el black metal, o bandas como Baroness de manera más profunda y objetiva.


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@El_Gallo666 - Antes que nada, agradezco a ElBaraMetal por la invitación para este post. Cuando me comentó sobre esto, la neta me entusiasmó bastante, los cinco discos más importantes o influyentes en nuestro paso por esto de El Rock. Vaya que fue difícil la elección, hay muchos bastante buenos ¡y sólo elegir cinco está cañón! Es por eso que no me laten las listas en general, pero bueno, acá van (sin orden específico), los que más me han marcado y el por qué:


1.    ...And Justice For All (Metallica, 1988):


Fue en la primaria, tendría unos 10 u 11 años, en casa de un compañero de salón, fuimos varios a hacer un trabajo de la escuela. Ahí escuché por primera vez a Metallica. Ni idea en ese momento quienes eran, hasta que mi cuate me dijo que tocaban "pesado" y los escuchamos. Fue ese disco, la canción: One. A tal grado me gustaron, que mi primer CD comprado fue el llamado Black Album, pero me quedo con el ...And Justice por ser el que me introdujo, sin saberlo, en el Metal.




2.    Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (The Beatles, 1967):


Prácticamente es imposible dejar de mencionar esta banda. Y este disco en particular es de mis favoritos. Bastante psicodélico, desde la memorable portada, hasta canciones como Lucy in The Sky With Diamonds, y cerrando el disco con A Day In The Life, una canción, que en lo personal, es de las mejores de The Beatles. Gusten o no, nadie puede negar la influencia que tuvo este cuarteto en la música, con tantos cambios, desde baladas pop-rock melosas, hasta la psicodelia y buen rock de los últimos discos. Cosa aparte es el hecho que fue el primer CD que tuve, regalado por mi padre (Q.E.P.D.) hace ya muchos años, por lo que cobra más valor aún.


3.    Dark Side Of The Moon (Pink Floyd, 1973):


El primer disco que escuché completo de esta bandototota, fuera de siempre escuchar Another Brick On The Wall en Universal Estéreo (desde tiempos añejos hasta la fecha jajaja). Se ha vuelto mi favorito de esta banda, porque me introdujo a ellos. Sé que no llega al nivel musical del Animals, otro discazo indiscutible, pero es un excelente trabajo, que si alguien no lo ha escuchado, es porque no tiene idea de El Rock, así de fácil.





4.    Piece Of Mind (Iron Maiden, 1983):


Mi disco favorito de mi banda favorita. Así de fácil. Desde que escuché a Iron Maiden me volví fanático, de los pocos grupos que tengo toda su discografía. Otra de las bandas que me han hecho metalero.








5.    Amongst The Catacombs Of Nephren-Ka (Nile, 1988):


Un disco más "nuevo" a comparación de los otros, pero que se ha convertido en mi favorito y por el cual soy, además de fan de Nile, del death metal. Desde que lo escuché me enganchó, un disco que puedo escuchar todas las veces que sean y no me cansa y seguirá gustándome. Gracias a Nile empecé a "explorar" más del death metal (sin esto querer decir que fue la primer banda de este género que escuché, antes ya había escuchado algo de Cannibal Corpse, Death y otros), al grado que se ha vuelto uno de los géneros que más me laten dentro del Metal. Por eso va en esta lista.

Difícil decisión esta de nombrar cinco discos, muchos quedaron fuera, algunos por muy poco (Lateralus, Tool; Painkiller, Judas Priest; Reign In Blood, Slayer o Cowboys from Hell de Pantera entre otros). Pero fue buen experimento \m/


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@chinoxte - Antes de empezar con el choro. Agradecer a mi hermano ElBaraMetal por la invitación y un gusto escribir esto junto a tantas personas que me gusta leer por lo chingón que escriben.


LA INFLUENCIA DE CINCO Y LOS MILES QUE QUEDARÓN ATRÁS.

Cuando era pequeño,la importancia de la música en mi vida era muy ambigua, sabía lo que era, pero la decisión de qué escuchar no recaía en mí y por lo tanto no me movía ni me hacía sentir mucho o casi nada. Recuerdo que siempre escuchaba la música que a otros les gustaba, como por ejemplo, mis padres. Desde Chopin hasta Lupita D’Alessio música clásica para mi papá y la clásica música que le gustaba a mi mamá. Hasta que un domingo de tantos en los que escuchábamos música en la sala, me quedé dormido. Mis papás se percataron de ello, por primera vez después de como 36 domingos anteriores, y decidieron que era momento de comprar música para mí, así que fuimos a Gigante o Comercial Mexicana (no recuerdo bien) y me compraron mi primer acetato. Preocupados por mi gusto musical optaron por comprar algo que fuera de acuerdo a mis necesidades, así fue como mi gran colección discográfica de vinilos comenzó. El primero fue el one hit wonder Odisea Burbujas: Viaje al circo; pero ese no fue el disco que me influenció, fue más bien el tercer disco que me regalaron, el único de la colección de discos, que pude elegir yo.


1.    Metal Health (Quiet Riot, 1983):


Desde que escuche el inicio de Bang Your Head entendí lo que la música debía significar para mí. Obviamente yo no entendía mucho de lo que decía, apenas aprendía inglés, pero lo que me transmitió fue suficiente. Todas las tardes escuchaba ese disco antes de que llegaran mis papás de trabajar, aún me lo sé de memoria. De ahí pasaron como tres o cuatro años para encontrar algo que hiciera un hito en mi gusto musical, dentro de todo ese cascajo, seguro estuvo El Tri, Parchis y José José. Fue hasta primero de secundaria cuando tenía como 12 años que llegó el segundo disco en forma de casete…



2.    …And Justice For All (Metallica, 1988):


Sí, trillado, pero Metallica me influenció mucho. Definitivamente no creo que exista nadie que pueda decir que el recorrido musical desde Blackened hasta Dyers Eve no es épico, energético, fatigante y enajenante. De ahí obviamente llegué a Master of Puppets, Ride the Lightning y más. . Ahí cambie mi forma de vestir, me dejé el pelo largo y hacía lo que en un principio me dijo Quiet Riot. Mientras corrían los años hubo de todo: Slayer, Cannibal Corpse, Carcass, Pantera, Obituary, Rush, Pink Floyd, Yes y más. De ahí llegó un disco totalmente diferente. La primera vez que escuché este disco no lo entendí muy bien y sólo lo escuchaba en las pachecas que me metía en ese entonces. Y fue hasta preparatoria que lo compré y lo escuché a profundidad con los amigos que hasta hoy conservo, mis mejores amigos. Hoy es un clásico en mi colección:



3.    Vagabundo (Robi Draco Rosa, 1996):


Un extenso viaje por la melancolía, la nostalgia, la ira, el existencialismo y el amor que cualquier ser humano puede sentir. Me marcó e influenció para tratar de expresar con mi música un poco de eso que se me pegó. Más intermedio con Ten (Pearl Jam), Siamese Dream (The Smashing Pumpkins), Nevermind (Nirvana), Dookie (Green Day), American Psycho (The Misfits), Pork Soda (Primus), Korn (Korn), Adrenaline (Deftones), Chaos A.D. (Sepultura), South of Heaven (Slayer), Lies (Guns N’ Roses), Moving Pictures (Rush) y otros discos fue que llegué a la universidad y conocí otro grandioso material:



4.    Scenes from a Memory (Dream Theater, 1999):


Piedra angular en mi motor musical al día de hoy. Un disco impecable y la combinación de lo que todo hasta el momento me gustaba. Poder, emoción y sentimiento. Un disco impecable y complejo. Humano y mecánico. Hermoso. El disco que me hizo entender que la buena música no se escucha por canciones sino por álbumes. Ya más grande apareció el disco que terminaría de dar forma a este gigantesco relato. Recomendado por mi hermano, gran amigo y dueño de este blog:



5.    Deadwing (Porcupine Tree, 2005):


Como me dijo ElBaraMetal hace años: “Oye chino, ¿no te parece que Arriving Somewhere But Not Here es una canción que ya habías escuchado?” Y ahí radica su esencia y belleza. Música que transmite emociones vividas y universales para cualquier ser humano. Rock progresivo simplemente complejo, emotivo y congruente con la razón. Debería de decir que ahora soy adicto a Porcupine Tree y a toda la música que provenga de Steven Wilson.





Cada uno me encamino a un punto esencial en mi vida y esa corriente que me movió desde el heavy metal inglés hasta el thrash metal de la costa oeste o la música de un ex menudo que me llevó a la maestría del nuevo hijo pródigo inglés, no hubiera sido posible sin todos los demás. Me hizo selectivo pero universal, le dio objetividad al ambiguo conocimiento musical que tenía de niño. Así que resumiendo todo esto en una frase extremadamente geek sería:
“Five discs to rule them all.”




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@LAMCH_ - El buen Bara me pide que defina cinco discos que me hayan marcado en la niñez. Pues vámonos a finales de los años 70 cuando era un mocoso baboso (ahora nomás soy baboso) y era fácilmente impresionable. Aún así, ya comenzaba a desarrollar gusto por algunas cosas pues mi hermano (7 años mayor que yo) era un ferviente rockero y, al vivir en Mexicali, tenía la oportunidad de conseguir discos chingones en Calexico.

Es difícil señalar sólo cinco pues, por ejemplo, Queen influenció muchísimo a mi persona desde aquel entonces, pero para tomando solo uno de mi banda favorita, the list goes as follows:

1.    News of the World (Queen, 1977):


Con una portada impresionante para mí, el disco contiene dos de los himnos imprescindibles de la banda: We Will Rock You y We Are The Champions, pero tiene joyas que me ponían los pelos de punta como Get Down, Make Love, cuyos extraños ruidos en medio de la canción me ponían a pensar cómo lo lograban. A la fecha, es uno de mis tres discos favoritos de la banda.





2.    Alive I (KISS, 1975):

Seamos sinceros, cuando eres morro y escuchas rock no quieres ser cantante, ni quieres ser guitarrista. Quieres ser baterista y además, salir al escenario pintado como integrante de KISS. Si no han escuchado el solo de batería en 100,000 Years, jamás entenderán lo que este disco causó en mí. Inolvidable la frase impresa en la contraportada: “KISS usa guitarras Gibson y baterías Pearl porque ellos quieren lo mejor”.




3.    Live Without a Net (Angel, 1980):


No sé si la banda tuviera tendencias cristianas (en ella militaba Gregg Giuffria, su nombre es obvio y se vestían de blanco) pero al menos las fotos del disco eran espectaculares. Eran justo como KISS pero sin maquillaje. ¿Lo más importante para mí? Un inolvidable solo de teclado que incluía fragmentos del sonido que emitían las naves de Close Encounters of the Third Kind.





4.    The Grand Illusion (Styx, 1977):


Con una portada enigmática que parecía hecha de retazos de otras dos, este disco inició mi amor por la banda, especialmente con una canción que jamás se convirtió en éxito como otras de este disco. El tema se llama Castle Walls y, a mi muy humilde parecer, me parece una de las composiciones más pesadas de la banda. También me marcó mucho Fooling Yourself, gran conocida del público común y silvestre.




5.    Toto (Toto, 1978):


No era el disco completo. Era una canción que mezclaba pesadez con melodía fresona. La canción se llama Hold the Line y sigue siendo una de mis favoritas de todos los tiempos. Da lástima que Toto tenga cosas tan buenas y la gente los conozca por tarugadas como Rossana o Africa. 







Mención especial:


Born Again (Black Sabbath, 1983): este disco lo escuché hasta finales de los años 80 pero desde que lo conocí, le tuve miedo. No puedes ser un niño y que la portada te sea indiferente. Claro, junto a las portadas de Brujería o Carcass, esta ya parece la portada de un misal, pero ¡oh chingá!, estaba morro.

Gracias por leer.



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@AbathDemonaz - Mis cinco discos más influyentes:

1.    Piece of Mind (Iron Maiden, 1983):

12 años era mi edad, fanático de la música clásica y de Elvis, porque era lo que escuchaba mi padre. Como buen niño preadolescente, me encantaba entrar a los cuartos de mis primos más grandes para hacer travesuras. En una de esas incursiones, me tope de frente con un inicio galopante, trepidante, potente: The Trooper, que a toda raja voló mi cabeza. Fue la primera rola de metal que escuche realmente y el primer disco que me enganchó. De ahí, mi sentido musical nunca más volvió a ser el mismo. 




2.    Cowboys from Hell (Pantera, 1990):

Es importante por una simple y sencilla razón: fue el primer disco que recuerdo haber comprado con mi propio dinero. Conseguir discos de metal a principios de los 90 en Acapulco no era fácil; escuche Cowboys from Hell (la rola) y dije: “ese disco debe ser mío”; todavía recuerdo perfectamente como entré a la tienda de discos (no existía Mixup) con los pesos exactos para comprarlo. Mi primer CD de metal; sobra decir que, independientemente de todo, es un gran, gran disco. 




3.    ...And Justice for All (Metallica, 1988):

Fui un gran fanático de Metallica, desde el Kill ‘Em All, pero este disco me pareció el pináculo de la perfección: no había escuchado ningún disco que sonara tan chingonamente contundente, profundo, bien hecho, con casi todas sus rolas memorables, que parecía ser una declaración de intenciones, toda la rebeldía que significaba para mí la música extrema se resumía en …And Justice for All! 






4.    The Gallery (Dark Tranquility, 1995):


Con el paso del tiempo, me fui clavando en todos los géneros del metal, pero de pronto, ahí por de 1995, escuché a tres bandas que me patearon el trasero. Una de ellas, Dark Tranquility, me mostró el mundo del death metal melódico: preciosista, preciso, veloz, machacón, virtuoso y con mucha mala leche. La rola homónima, es a mi gusto, una de las rolas más bellas del metal; desde mi punto de vista, es un disco prácticamente perfecto de principio a fin. 




5.    Individual Thought Patterns (Death, 1993):


Aunque creo que todos los discos de Death son sensacionales, no podía faltar en mi listado la joya de 1993. El dios Chuck Schuldiner, acompañado de Gene Hoglan, Andy LaRoque y Steve DiGiorgio, formaron uno de los combos mas cabrones de la historia. Es un disco que ha sido influencia para la mayoría de los que escuchamos metal, lleno de riffs perfectos, un Chuck pletórico, una línea compositiva sensacional, en fin, uno de los discos más influyente del metal, ni más ni menos



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@vikh666 - El rock no estuvo muy presente en casa cuando yo era niño, había mucha música instrumental, boleros, danzón, cumbia y ranchero/norteño entre otras cosas, así que mis inicios en el gusto de la música fueron muy variados, pero si tengo mis cinco discos esenciales para haber entrado a ese maravilloso mundo, en cuanto al rock como tal y ya de lleno, me tomaré la libertad de citarlos después de estos primeros. 

Los discos que me engancharon a la música en general fueron: Take five (Dave Brubeck, 1959),  Bolero (Maurice Ravel dirigido por Leonard Berstein, 1990),  Everybody knows this is nowhere (Neil Young, 1969), Antología musical (Oscar Chávez) y A gozar con la buena música (Varios, Selecciones del Reader’s Digest).

Mis cinco esenciales en cuanto al rock en mi vida se refiere:

1.    Machine Head (Deep Purple, 1971):


Como ya mencioné líneas arriba, fue gracias a un tío el hecho de haber conocido una cosa tan chingona en mi vida, el clásico riff de Smoke on the Water era por demás pegajoso, la introducción de John Lord en Lazy era por demás alucinante y más el blues al final de la rola, pero si hay una canción que de plano me voló la cabeza era Space Truckin´, ya no volví a ser el mismo, definitivamente; de hecho, lo sigue haciendo.





2.    Vol. 4 (Black Sabbath, 1972):


El otro acierto que tuvo a bien enseñarme el tío Ricardo, el abrir el disco y ver a Ozzy levantando los brazos, con la señal de "amor y paz" frente a una concurrencia, la mano zurda de Tony Iommi me llamaba la atención porque por lo regular solo había visto fotografías de guitarristas derechos y aunque suene mal, no conocía a Hendrix aún *auto zape*, bueno, el caso es que iniciando Wheels of Confusion también fue un madrazo directo y con Snowblind nuevamente me dije: “de aquí soy”.



3.    Born in the U.S.A. (Bruce Springsteen, 1984):


Corría el año 1985, la Pantera y Radio Capital seguían con los éxitos del momento y en este caso, el llamado "Jefe" dominaba las listas. Aquí en México pues solo era Dancing in the Dark ya que en Estados Unidos tenía una carrera consolidada y fue de esa manera como llegó a este país la música de Bruce. Este disco me lo gané precisamente en la Pantera, así que mi padre me llevó a Insurgentes, ahí al grupo Radio Mil a recoger mi premio; el sencillo ya nombrado era ya harto conocido, pero el tema que da título al disco así como Glory Days y Downbound Train fueron de mis favoritas del disco aunado a que hay una anécdota muy personal cuando ese LP sonó en mi casa y puedo decir que fue muy agradable, cursi, pero agradable a mis 12 años.


4.    Back in black (AC/DC, 1980):


De AC/DC solo había leído algo en revistas -prestadas- como Conecte y Sonido, y sabía únicamente que Bon Scott había muerto unos años antes y hasta ahí. Por medio de otro préstamo llegó Back in Black a mis manos y al igual que Purple y Sabbath, el madrazo fue fulminante, los tiempos introductorios golpeando el platillo para soltar el guitarrazo al tema que titula el disco también me sacudió, el caso aquí fue que la intensidad del disco no se detenía al pasar los surcos; como las portadas siempre han sido para mí un punto muy importante en las producciones de los grupos, éste LP con toda su austeridad gráfica era sustituida por el poderío sonoro que lo han convertido en un clásico, ya con el tiempo entendí el concepto del porqué era todo negro.


5.    Powerslave (Iron Maiden, 1984):


Me fue complicado elegir entre éste disco y el Defenders of the Faith de Judas Priest puesto que ambos llegaron juntos a mi vida, pero como ya muchos saben soy fan declarado de la Doncella de Hierro, así que Powerslave gana por el corazón, si ya de por si Maiden en su trabajo gráfico es excelso, musicalmente en este disco van fortaleciendo lo que ya habían logrado antes, no era sorpresa que hicieran un disco tan chingón y que incluye la que a consideración de muchos, es la mejor canción en su historia: The Rime of the Ancient Mariner.



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@tkywdr - Siempre me ha parecido que la mejor manera de entender algo es a través de sus antecedentes, conocer las causas que han generado determinada situación la hacen por un lado más interesante, y por otro, más fácil de entender. Con las personas sucede exactamente lo mismo, cuando empiezas a conocer su historia, cuando te comparten las razones por las cuáles son cómo son, puedes entender mejor sus decisiones y, si no empatizar, al menos no ser tan duro con los juicios y los cuestionamientos.
Obviamente con la música no es diferente, aunque no deja de ser un gusto totalmente personal y subjetivo, siempre hay algo en nuestro pasado que ha determinado lo que escuchamos el día de hoy.
  1. Swallow this: Live (Poison, 1991):
Para mí, el primer acercamiento el rock, al glam para ser exactos, fue con el que también sería el primer casete que compré, Swallow this: Live, de Poison. Y aunque ahora a la gran mayoría le resulte motivo de burla todo lo que lleve la etiqueta glam, en ese momento y para un mocoso de 9 años, era lo mejor del mundo: música estruendosa que hacía molestar a tus papás, sin más.

  1. Past Masters (The Beatles, 1988):

Más o menos en ese mismo año mi papá compró el Past Masters de The Beatles, una compilación con la mayoría de los sencillos y algunos tracks no muy conocidos, pero que fue suficiente para volverme un fan más.



  1. Greatest Hits (Elvis Presley, 1981):
Junto con The Beatles y también gracias a mi padre, llegó a mis manos una compilación de Grandes Éxitos de Elvis Presley, y de nuevo fue cuestión de escuchar un par de canciones para que se volviera parte fundamental de mis gustos.



  1. Metallica (Metallica, 1991):

Todo fue acomodándose casi de manera automática, sobre todo por la gran fortuna de haber vivido esa época donde empezaron a producirse grandes álbumes. Y no me importa caer en el cliché, si en 1991 prendiste una televisión o un radio, escuchaste Enter Sandman, The Unforgiven y Nothing Else Matters, por lo menos, así que seria muy falso decir que Metallica (o el Black Album si prefieren), no me marcó; de hecho hasta la fecha considero que es uno de los mejores discos de metal en la historia, sin broncas.


  1. Superunknown (Soundgarden, 1994):

Por último está una banda que todavía considero mereció mucho más reconocimiento del que tuvo, Soundgarden y el Superunknown, un disco enorme, con temáticas más oscuras pero con riffs muy poderosos, con canciones como Black Hole Sun  o Spoonman que sonaron muchísimo en radio, pero donde, para mí, sobresale The Day I Tried to Live, una de mis favoritas del grupo.

Cada uno de esos discos fue, a su manera, responsable de que el rock, tan amplio como es, fuera parte fundamental de mi vida, sin importar realmente la etiqueta, y como sabemos quienes compartimos ese gusto, se vuelve algo más, se convierte un estilo de vida, en una forma de pensar y, generalmente, de actuar. Y ahora me tocará pasar el gusto, con todo lo que conlleva, a mis hijos, porque para mí ha sido una experiencia extraordinaria, y espero que así resulte para ellos también.

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@elklaatu - Quisiera definir que hacer conteos es de lo más íntimo, subjetivo y personal que uno pueda hacer, pero así como las relaciones, las listas, cuando se hacen públicas, le dan todo el derecho al lector de mentar madres de por qué no está su disco de esa banda desconocida de Timbuktú que fue un hitazo en las Malvinas por allá de 1963, en el que claramente se nota la influencia que tuvieron sobre “todas esas bandas sobrevaloradas de los inicios del Rock”.

Afortunadamente fui criado en un hogar rockero, no tuve hermanas que escucharan Timbiriche, tuve dos hermanos que escuchaban regularmente Rock en inglés desde Metallica hasta U2, no eran metaleros (hoy los famosos Fresirockers) y por otro lado mi papá gustaba del Rock Clásico y el Progresivo; entonces mi entorno musical era Rock & Roll, así que todo me lo daban prácticamente digerido. Tiempo después pude descubrir grupos por cuenta propia, llegar a casa con un casete grabado y decir: “¡Escucha, esta banda está bien chingona!” Así que no voy a contar ninguno de los discos a los que tenía acceso en casa, si no todos aquellos que descubrí y me reafirmaron en El Rock. No son los cinco más, pero si son muy significativos en mis gustos actuales:


1.    Hunky Dory (David Bowie, 1971):


El disco en el que David Bowie se da cuenta que lo único que lo puede ayudar a sobrevivir en El Rock es reinventarse. Aquí es dónde comienza su etapa camaleónica y comienzan a aparecer unos prototipos de lo que después se convertiría en Ziggy Stardust; todavía tiene algunas rolas acústicas y la hermosa “Life on Mars?”.









2.    White Light / White Heat (The Velvet Underground, 1967):


Cuando la gente pregunta a qué suena el Velvet Underground, uno puede usar muchas analogías, principalmente porque tienen muchas facetas a pesar de sólo tener cuatro discos de estudio, pero si la pregunta es dirigida específicamente hacia este disco, mi respuesta sería: suena a un esquizofrénico taladrando su cabeza mientras relata una historia absurda que incluye muchas drogas y transexuales. Este sería el último de la banda con John Cale, quien haría de Sister Ray su última pincelada. Genial.




3.    3 (Melt) (Peter Gabriel, 1980):


Me considero un gran admirador de Gabriel y me fue difícil escoger uno entre tantos. Escogí el Melt porque es muy completo además de tener una de mis favoritas: Family Snapshot. La anécdota sonora que relata el atentado contra el congresista George Wallace con una de las mejores voces que se le hayan podido escuchar al cerebro de Genesis.







4.    F A ∞ (Godspeed You! Black Emperor, 1997):


Cuando El Rock necesitaba una banda que lo salvara, todo el mundo ignoró a GY!BE. A pesar de que estos canadienses cuentan con una presencia “importante” en la escena underground de los “internets” (ja!), la verdad es que para la calidad que tienen son una de las bandas más menospreciadas de todo el universo. Me atrevo, pendejos, a aseverar que si existe vida en otros planetas, seguro no hay una banda similar. Si en la actualidad hay una banda que no tiene comparación son ellos (afortunadamente ya dieron a los fans un rayito de esperanza de continuar); no hablando solamente de la música sino de toda la filosofía en la que está envuelta y diría Efrim: FUCK NIETZCHE!



5.    Io Sono Nato Libero (Banco del Mutuo Soccorso, 1973):


Hubo una época en mi vida en la que me convertí en Proghead intransigente. Durante esa etapa, regida por mellotrones, moogs, hammonds y solos virtuosos hasta de pandero, busqué “n” cantidad de bandas nuevas. Una de mis favoritas es y será Banco del Mutuo Soccorso. Sin duda, la escuela italiana progresiva es de las más consistentes y exquisitas de toda Europa. La voz de Francesco Di Giacomo, que se percibe como si fuera la de un gondolero, es extremadamente potente. ¿Quién diría que el hijo de Santa Claus iba a cantar tan bien? Además, el primer track es uno de los cantos más bellos que se puedan hacer sobre una persona que está en prisión por culpa de un gobierno opresor. ¡Qué bueno que esas cosas sólo pasan en Italia!

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@ElBaraMetal - como ya deben estar hasta la madre de tanto leer, no me cuelgo mucho en la intro; de antemano gracias por leer todo esto. Van con mis discos:

1.    Master of Puppets (Metallica, 1896):

Para mí este es EL disco, no sólo de rock, sino EL disco en general. Estaba bien chavo cuando los broders más grandes que vivían en mi edificio y en los edificios aledaños, allá en la gloriosa Unidad Habitacional Integración Latinoamericana (¡Copilco rules!) ya tomaban caguamas banqueteras y rockeaban bien fuerte al ritmo de Battery, Damage Inc. o Disposable Heroes. Fui uno de los millones de jóvenes guiados por la mano de Metallica en mis primeros años de vida (creo que conseguí mi copia en casete pirata a los 9 años y el disco en LP a los 10) y eso marcó el rumbo de mi andar por los caminos de El Rock. Aún es posible sentir el poder y la furia que Metallica imprimió en este disco y que, todavía en estos días, deja estragos en quienes lo disfrutan de principio a fin. Además, contiene uno de los riffs más memorables de todo el heavy metal: Master of Puppets.

2.    Moving Pictures (Rush, 1980):

A la par de Metallica, y gracias a un cuate que andaba más en El Rock setentero, fue que conocí a Rush y de inmediato me atrapó. Moving Pictures puede que sea el disco más exitoso y “comercial” que hayan hecho a la fecha estos canadienses, pero sin duda es una de sus obras mejor logradas y con la cual llegaron a muchos millones de personas más para esparcir su mensaje de buena música sin compromisos corporativos o para satisfacer a las masas. Contiene tracks clásicos como Tom Sawyer, Red Barchetta y la incomparable YYZ (uno de los instrumentales de El Rock más memorables de todos los tiempos), pero también incluye canciones enormes como la tenebrosa Witch Hunt, Vital Signs y por supuesto, Limelight. Una banda que definitivamente impulsó desde chavo mi gusto posterior por el buen rock y metal progresivo.

3.    Seasons in the Abyss (Slayer, 1990):

Poco después de internarme en los terrenos del heavy metal, la misma banda que me proveyó de la música de Metallica, Helloween, Exodus, Anthrax y Megadeth me dio a escuchar Slayer. Mi mente voló. El primer disco en forma que tuve de Slayer fue este y lo conseguí en una librería del sur de la Ciudad de México. Puedo decir sin equivocarme que si Metallica me llevó por los caminos del heavy metal, Slayer fueron quienes dieron el empujón final para que yo quisiera y aprendiera a tocar la batería hace ya 20 años… y siguen siendo una inspiración personal muy fuerte. Este disco es perfecto de principio a fin y contiene varias favoritas mías para tocar y headbanguear, entre ellas Spirit in Black, War Ensemble, Temptation y Born of Fire. Pura calidad.

4.    Magical Mystery Tour (The Beatles, 1967):

Bien dicen que la educación se mama en casa. En mi caso no fueron discos de Led Zeppelin, Black Sabbath o Deep Purple, mis padres no fueron tan gruesos, pero sí son beatlemaniacos y este LP me encantó desde la primera vez que lo vi –siendo un niño- por la misteriosa y llamativa portada. No soy un gran fan de Los Beatles pero creo que este disco –junto con el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band- es de lo mejor que el Cuarteto Liverpool grabó en su historia. Incluye grandiosas canciones como The Fool On The Hill, All You Need Is Love, Strawberry Fields Forever, Hello, Goodbye, Magical Mystery Tour y mi favorita –yo creo que de toda la discografía beatleresca- I Am The Walrus, con una de las letras más torcidas de El Rock, cabe mencionar. Agradezco a mis padres haberme obsequiado este disco que aún conservo como un recuerdo vívido de mi niñez y como una de las ventanas que me acercaron y enseñaron a conocer y apreciar el buen Rock desde sus etapas más tempranas.

5.    Greatest Hits (Queen, 1981):

Mismo caso me sucedió con La Reina. Este LP también estaba en casa y sonaba constantemente cuando había visitas e incluso mi primo El Patón, el cual es un enorme fan de KISS, me decía que si algún día –en aquel entonces- lograba tocar Fat Bottomed Girls en la batería, sería yo un buen músico. Esta especie de reto, aunado a la gran calidad interpretativa, cadenciosa y mega groovy de Roger Taylor para tocar las canciones de Queen fueron lo que finalmente me hizo rendirme ante los pies de Su Majestad. You’re My Best Friend aún tiene un efecto brutal en mí y es tal vez, mi canción favorita de la banda; Seven Seas of Rhye es impresionante, con la guitarra de May rockeando a todo y Bohemian Rhapsody… pues es LA rola.
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Si llegaron hasta acá abajo, son unos campeones, Van, consíganse todos los discos, de verdad vale mucho la pena.


Carpe diem.